miércoles, 5 de abril de 2017

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

El apóstol Pedro, nos dice el Papa Francisco, nos invita a vivir en la esperanza. Esa esperanza que mueve nuestra vida, pero que se apoya, no en las cosas de este mundo, que se corrompen y son caducas, sino en la Esperanza, que se encarna en nuestro Señor Jesús. Él es el centro de nuestra vida y de todas nuestras esperanzas. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el Resucitado.

Y este Tesoro no es para ocultarlo, continua el Papa, sino para manifestarlo, descubrirlo y compartirlo. Porque es un Tesoro de salvación. Un Tesoro que nos une en el Perdón y la Misericordia de Dios Padre que, Jesús, el Señor, nos viene a manifestar y a ofrecer. Y, como nos dice San Pedro, es mejor soportar y sufrir unidos al Señor que vivir en el mal, pues Él nos hace suave y ligera la carga, y nos llena de esperanza de Resurrección, que transmitimos y proclamamos a los demás con nuestro testimonio y nuestra vida.





PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 5 de abril de 2017




Queridos hermanos y hermanas:

El apóstol Pedro nos invita a dar razones de la esperanza que habita en nuestros corazones. Esta esperanza no es un concepto ni un sentimiento, sino una persona, Jesús resucitado, que, desde nuestro bautismo, vive en nosotros, renueva nuestra vida y nos colma con su amor y con la plenitud del Espíritu Santo.

Este tesoro no podemos ocultarlo, tenemos que compartirlo y darlo a conocer con el testimonio de nuestra vida. Es necesario que la esperanza tome la forma de dulzura y de bondad para con el prójimo, y también de perdón para los que nos han hecho daño, convencidos que el mal solamente se vence con la humildad y la misericordia.

San Pedro nos dice además que es mejor sufrir haciendo el bien que haciendo el mal, porque cuando sufrimos por el bien, estamos en comunión con Jesús, que aceptó el sufrimiento por nuestra salvación. Cuando vivimos esta realidad, nos convertimos en sembradores de la resurrección, y en portadores de un perdón y de una bendición que son el anuncio del amor sin medida de Dios, fundamento de nuestra esperanza.

Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Los animo a vivir con intensidad los días de Semana Santa. Que la contemplación de la Pasión y Muerte de Jesús, nos asegure en la esperanza de la resurrección, y nos ayude a ser instrumentos de su consuelo y de su amor para todos nuestros hermanos. Que Dios los bendiga.

Cristo nos da la libertad...



Cristo nos da la libertad, Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza, Cristo nos da el amor.

Cuando luche por la paz y la verdad, la encontrare.
Cuando cargue con la cruz de los demás, me salvare.
Dame señor tu palabra, oye Señor mi oración. 

Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón.
Cuando siga los caminos del amor, veré al Señor.
Dame Señor tu palabra, oye Señor mi oración. 

Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el amor.
Cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios.
Dame Señor tu palabra, oye Señor mi oración.

Llamados a ser libres...



No solo  es esclavo el que sirve a otro por unos centavos y no tiene libertad de expresión ni de movimiento. La esclavitud tiene muchos nombres y apellidos. Los seres humanos sufren distintas clases de ataduras; hay personas que están amarradas con grandes cadenas o maromas; otras con cordeles e hilos más finos; hay de las que no tienen ninguna atadura exterior pero están fascinados con otro tipo de ataduras; y están las que tienen de todo y pueden ir donde quieran, pero son esclavos de sí mismos; de sus pasiones, de sus caprichos, de sus bienes, tanto materiales como emocionales.

Muchas son las ataduras que sufre el ser humano, de cualquier clase y condición y, por muy pequeñas que sean, cuesta desprenderse de ellas. La persona lleva dentro el germen y la llamada a la libertad, pero al mismo tiempo tiene deseos de ser libre y querer volar, algo o alguien le atenaza en su interior, su misma condición humana.

El fruto de la Verdad es la libertad..

El cristiano tiene que ser consciente de que la libertad le viene de ser hijo de Dios, de tener un corazón de hijo y no de esclavo. Pablo dice que cuando se cumplió el plazo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, sometido a la ley, para rescatar a los que estaban sometidos a la ley, para que recibiéramos la condición de hijos. Y la prueba de que somos hijos  es que Dios envió a su interior el Espíritu de su Hijo, que grita: "¡Abbá! ¡Padre!" (Ga. 4, 4-6). Al ser hijo,  no se está sujeto a ley, sino que se sirve con un espíritu nuevo (Rm. 7,6). Esta filiación la ha grabado Dios en nuestros corazones y por eso somos su pueblo. (Jr. 31, 31-33).

La Verdad es fuente de libertad y el amor conduce a ella. Se es libre cuando nadie nos priva de la libertad y cuando nosotros respetamos la libertad de los otros. El camino de la libertad es largo y no se consigue cuando se ha alcanzado una meta, sino cuando se ha llegado al final. Para ser un buen hijo hay que seguir los pasos de Jesús para poder ser libres y, como él hay que pasar por la muerte, por la noche oscura. Y claro, muchos por miedo a la noche, al dolor, a la muerte, no emprenden el camino de la libertad y, si lo han empezado, se estancan donde están o dan marcha atrás. Ustedes caminaban bien, ¿quién les dio la señal de detenerse, para que ahora no sigan la verdad? Porque ésa no era la voz de Aquel que los llamó. (Ga. 5, 7-8)
Cristo nos dió libertad para  que seamos libres. Por lo tanto manténganse ustedes  firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. (Ga. 5, 1)

El Espíritu Santo es el actor decisivo caminemos bajo su impulso (Gal 5, 25) ya que donde esta el Espíritu del Señor allí esta la libertad. El Espíritu es el que nos da las fuerzas para doblegar el pecado, El Espíritu nos dice que somos hijos amados de Dios y,  lo que es más importante, el Espíritu es el que nos convence de que realmente hemos sido crucificados con Cristo y muertos al pecado y que Cristo mismo vive en nosotros.

¿Qué es libertad y que es la esclavitud? Hemos sido llamados a la libertad. Pero no usen esa libertad para dar rienda suelta a sus instintos" (Gal 5,13) ¿Para qué podemos usar la libertad que nos dio Cristo? "Sírvanse los unos a los otros por amor" (Gal 5, 13), nos aconseja San Pablo.
El Cristiano verdadero, el auténtico, el fiel en todo hace como Jesús: no deja de cumplir una sola palabra ni quebranta una tilde de la Ley. "Se hundirán el cielo y la tierra, pero yo no quebranto la ley (Mateo 5, 17-18). Entonces ¿no se convierte en un esclavo? No, por que eso lo hace con una libertad total. La ley antigua pasó. Ahora es una ley de amor y de libertad la que nosotros vivimos. Hemos aprendido de Jesús y los Apóstoles que el hombre es antes que la ley; que lo principal es el amor, la bondad, la misericordia; y que la vida cristiana es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14, 17)

Cuando hay libertad no hay miedos, porque no hay nada que perderporque no exige nada a cambio; pero quien la visita, -la tiene- vive en paz.

Fuente: Compañeros y luces en el camino
Eusebio Gómez Navarro

La Verdad nos hará libres...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 8,31-42



Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos:conocerán la verdad y la verdad los hará libres".

Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?".

Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado.
El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre.
Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres.

Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes.
Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre".

Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían como él.
Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso.

Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió:

"Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió.

Palabra del Señor


Reflexión Monseñor Fabio Martínez
Hoy Jesús discute con los judíos sobre el origen de El y de ellos. Los judíos dicen que tienen por padre a Abraham, en cambio el Padre de Jesús es Dios. Del Padre Dios nos a traído el amor y la libertad. Quien acepta sus palabras y permanece en ellas; es de verdad su discípulo. Por esto  el Señor Jesús nos invita a ser cada día más libres, de corazón resucitado, viviendo en la verdad, viviendo en la verdad que es El, la verdad de su amor. Y esto exige de nosotros una actitud de cada día más escucha, y de más fidelidad. 

Por esto  Jesús nos dice: Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderos discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad les hará libres.  Entonces la vida de Dios en nosotros  se manifiesta por nuestra fidelidad en las pruebas. La vida de Dios nos hace testigos. En cualquier circunstancia Jesús nos invita a mantenernos fieles a su palabra, más allá de las dificultades, para ser verdaderos discípulos y conocer la verdad que nos hace libres. El pecado es lo que nos esclaviza y Jesús es quien nos da la libertad. 

Necesitamos crecer en la experiencia de libertad profunda, en el encuentro con la verdad que es Cristo, y dando fruto cada día. Seamos libres nunca esclavos de pecado. Vivamos como verdaderos hijos de Dios en la Verdad que nos hace libres.