domingo, 2 de septiembre de 2012

CARTA DE NUESTRO PÁRROCO

 - “Leer la Sagrada Escritura es pedir consejo a Cristo".

Queridos amigos/as,

Cómo párroco de las Parroquias de San Ginés y Playa Honda les doy las gracias a todos por participar en las Fiestas  un año más, y por animar nuestro día de excursión a la Graciosa y Alegranza.

Les animo a seguir caminando en la Fe reuniéndonos especialmente, con alegría, el domingo o el sábado para celebrar el día del Señor, acoger su Palabra y vivirlo en casa y en el trabajo.

Doy las gracias a todos los que colaboran en las catequesis con los niños, con los jóvenes y con los adultos. Gracias a los que aportan ideas de cómo ser Iglesia viva, de cómo ayudar mejor a los pobres, a las personas enfermas, a los drogadictos, a los emigrantes... Recuerden que la verdadera Iglesia es la que lleva la Palabra de Dios a la familia, a los jóvenes, a los que no tienen Fe...

A partir del 11 de octubre el Papa nos invitará a vivir el año de la Fe, ocasión para redescubrir la alegría del encuentro personal con  Cristo. ¿Qué se nos va a ocurrir como Parroquia para seguir creciendo en la fe? Ojalá pudiéramos ver y estudiar muchas ideas para llevar a cabo algunas de ellas.

Mientras, y a las puertas de un nuevo curso, intentemos vivir a fondo estas propuestas:

1.- Seamos cristianos de vida, de testimonio; no cristianos de frases bonitas.
2.- No dejemos ningún día de rezar unos minutos, y mejor si lo hacemos en familia.
3.- Miremos las cosas buenas de nuestra madre, la Iglesia: no nos quedemos mirando lo negativo.
4.- Tratemos siempre, a diario, de ayudar a otros; que nuestra fe sea más de obras que no de palabras.

Con Benedicto XVI, les deseo "Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada  (2 Ts 3, 1): que este Año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues sólo en Él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero."

Un saludo cordial,


Miguel Hernández Suárez

SANTA TEODOTA DE ALEJANDRÍA

 - Santa Teodora de Alejandría. La Santa era de Alejandría en los años del rey ...

Hoy se celebra en primer lugar san Zenón de Nicomedia (de Bitinia hoy Turquía), mártir del siglo III. Ante la escasez de datos, ampliamos el segundo santo: santa Teodota de Alejandría, cuya historia en cuando menos peculiar. Era una mujer casada que vivía en Egipto. Un joven quedó enamorado de ella pero, la santa rechazó sus pretensiones impuras. Entonces, el joven recurrió a una hechicera que llevó a Teodota a consentir la infidelidad mediante pócimas y palabras. El pecado cometido le llevó a caer en tal tristeza que optó por hacer penitencia de por vida. Se disfrazó de hombre y, bajo el nombre de Teodoro, pidió que le admitieran en un convento.

Pero la historia continua. Una ventera acusa al falso monje de ser el padre del hijo que había tenido. Pese a la imposibilidad física, Teodota no quiso negarlo para no dejar en evidencia a la ventera y fue expulsada del monasterio junto al niño. Pasados unos años, suplica la entrada al monasterio. Sólo a la muerte de la penitente se descubre su condición.

CALENDARIOS concretos del día en España:
Palencia: San Antolín, mártir (S).
Coria-Cáceres: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Francisco Cerro Cháves, obispo (2007).

MARTIROLOGIO del día:
2. En Nicea, también en Bitinia, martirio de santa Teodota con sus hijos Evodio, Hermógenes y Calixto (s. IV).
3. En Edesa (hoy Urfa), en el territorio de Osroenes (Orrhoë), de Mesopotamia septentrional, san Habib, diácono y mártir, que, en tiempo del emperador Licinio, fue condenado a ser arrojado al fuego por orden del prefecto Lisanias (322).
4. En Apamea, de Siria, san Antonino, mártir de la fe, de quien se dice que, siendo lapicida, los paganos le mataron por destruir ídolos gentiles cuandotenía veinte años de edad (s. IV).
5. En Tarragona, de Hispania, san Próspero, obispo (s. IV/V).
6. En Lyon, en la Galia, sepultura de san Justo, obispo, que renunció al obispado a raíz del concilio de Aquilea, retirándose a un desierto de Egipto junto con san Viator (Viador), lector, y conviviendo durante algunos años con monjes de vida ascética. Los restos mortales de ambos fueron trasladados después a Lyon (d. 381).
7. En el monte Soracte, en la vía Flaminia, del Lacio, san Nonoso, abad (c. 570).
8. En Autun, de Burgundia (hoy Borgoña, en Francia), san Siagrio, obispo, cuya ciencia y celo brillaron en los concilios donde intervino (599/600).
9. En Aviñón, de la Provenza, en Francia, san Agrícola, obispo, que después de llevar vida monástica en la isla de Lérins, sucedió en el episcopado a su padre, san Magno, de quien había sido auxiliar (c. 700).
10. En el Piceno, de Italia, san Elpidio, cuyo nombre adoptó el pueblo que conserva su venerado cuerpo (c. s. XI).
11. En Pontida, en la región de Bérgamo, de la Lombardía, santos Alberto y Vito, monjes. El primero, después de posponer armas y honores mundanos por el seguimiento de Cristo, fundó un monasterio en la propia ciudad según las costumbres cluniacenses, y el segundo gobernó dicho monasterio (c. 1096).
12. En el monte Carmelo, en Palestina, cerca de la fuente de Elías, beato Brocardo, prior de los eremitas, a quienes san Alberto, obispo de Jerusalén, dio la Regla de vida, para conducirse día y noche vigilantes en la oración y en la meditación de la ley del Señor (1231).
13. En Skänninge, ciudad de Suecia, beata Ingrid Elofsdotter, que, al enviudar, dedicó todos sus bienes al servicio del Señor, vistiendo el hábito dominicano tras una peregrinación a Tierra Santa (1282).
14. En París, en Francia, martirio de los beatos Juan María de Lau d’Allemans, Francisco José y Pedro Ludovico de la Rochefoucauld, obispos, más noventa y tres compañeros, clérigos o religiosos, que, por negarse todos ellos a prestar el juramento impiamente impuesto a los clérigos en
tiempo de la Revolución Francesa, fueron encarcelados en el convento de Carmelitas y, por Cristo, ajusticiados en odio a la religión (1792).
15. En el mismo lugar, día y año, beatos Pedro Jacobo María Vitalis, presbítero, y veinte compañeros, mártires, que en los mismos tiempos de turbulencia fueron asesinados en la abadía de San Germain-des-Prés, por odio a la Iglesia (1792).