sábado, 19 de agosto de 2017

LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA, A QUIENES RECEN EL ROSARIO



1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.

3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.

4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!

5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.

6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.

7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.

8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.

9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.

10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.

11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.

12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.

14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.

15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.


"La tradición atribuye al Beato Alan de la Roche (1428 aprox. - 1475) de la orden de los dominicos el origen de estas promesas hechas por la virgen María. Es mérito suyo el haber restablecido la devoción al Santo Rosario enseñada por Santo Domingo apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte".

Bendice a unos niños...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 19,13-15.

Mateo 19, 13-15


Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron,pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos".

Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.

Palabra del Señor

Reflexión del Padre J. Garcia
Veamos como impresiona la actitud de Jesús, con la vida de los niños, su experiencia de Dios como Padre cariñoso, le da a Jesús una fuerza especial para comprometerse con los excluidos y desechables de la historia. En tiempo de Jesús los niños pequeños no tenían valor, tocarlos era incurrir en impureza legal. Jesús un desobediente de las leyes injustas, que separan y discriminan, rompe estos esquemas que no solo ofenden a los excluidos sino al Dios de los excluidos. Los acoge, los defiende, los anima y los coloca como especialistas de la asignación del Reino. Lo hace contra la actitud de sus discípulos, que los rechazan y quieren impedir que Jesús los acaricie. Hay que volverse como niños, para entrar en esa nueva comunidad. Jesús propone que para cambiar ese mundo y convertirlo en Reino en comunidad según el sueño de Dios, hay que hacerlo desde la debilidad y no desde la prepotencia y los poderes, instalados en la historia. Hay que hacerse pequeños, abiertos a las sorpresas de Dios para captar la novedad del Reino.