domingo, 26 de mayo de 2013

UN SOLO DIOS EN TRES PERSONAS



El Padre nos ha creado, y nos ha dado un mundo con todo lo necesario para vivir. Y su Amor es tan grande que no ha regalado su propio Hijo, entregado para redimirnos con su muerte por Amor también. 

El Hijo, voluntariamente, obedeciendo al Padre ha entregado su Vida por cada uno de nosotros, y nos ha ofrecido el perdón del Padre y la salvación eterna.

Y el Espíritu Santo, promesa del Hijo, ha sido enviado para constituirse en guía, compañía y asistencia de cada uno de nosotros hasta llevarnos a la Verdad completa. 

Tres Personas unidas en un solo Dios: "Santísima Trinidad". Un solo Dios que nos manda a que también nosotros estemos unidos y seamos uno como Él y el Padre y el Espíritu Santo son uno. De ahí el mandamiento nuevo: "Ámense los unos a los otros como el Padre y el Hijo se aman". 

El misterio de la Santísima Trinidad es el modelo que nos guía y nos sirve de referencia para que nuestro amor sea vivido en plena unidad. Cada Eucaristía tenemos la oportunidad de recibirlo en Jesús Sacramentado, que se ofrece al Padre por el Espíritu Santo, y se constituye en alimento para que nuestro corazón sea transformado y renovado en un corazón pobre, humilde y unido a los demás.

SAN FELIPE NERI

San Felipe Neri


Desde pequeño, Felipe era amante de la oración. Tuvo una experiencia mística que le llevó hasta Roma donde se entregó, día y noche, a la oración. Fortaleció su interior y se confirmó en su deseo de servir a Dios y, más tarde, se consagró al Apostolado. La obra de San Felipe consistió en reevangelizar la ciudad de Roma y lo hizo con tal éxito, que un día se le llamaría "el Apóstol de Roma". San Felipe tenía el don de curación y en sendas ocasiones predijo el porvenir. Vivía en estrecho contacto con lo sobrenatural y experimentaba frecuentes éxtasis. Sufrió varias enfermedades y dos años antes de morir logró renunciar a su cargo de superior. Fue canonizado en 1622 y el cuerpo incorrupto de San Felipe está en la iglesia de Santa María en Vallicella.


 26 de mayo de 2013, domingo después de Pentecostés. Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Oración de la mañana (laudes)

Oraciones del día descargables en PDF aquí.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.