domingo, 8 de mayo de 2016

SI HA RESUCITADO TAMBIÉN VOLVERÁ

(Lc 24,46-53)

Es la lógica aplastante. Si Jesús ha Resucitado, Jesús volverá de nuevo según la promesa que nos ha hecho: No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente.[a] Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?[b] Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy (Jn 14, 1-3).

No se puede entender de otra manera, y todo aquel que se precie de ser inteligente debe entenderlo así, porque realmente es lo que buscamos y queremos: "Vivir en el gozo y la felicidad plena y eterna". ¿O es que alguien que no lo quiera? Y porque Jesús nunca ha fallado ni falla al compromiso de su Palabra.

Se ha cumplido lo que estaba escrito, que Jesús tenía que morir y resucitar al tercer día. En Él se cumple todo lo profetizado, y hasta su Resurrección. Por lo tanto, ya tenemos en quien depositar toda nuestra confianza, porque en Él todo lo que se ha dicho se ha cumplido. Jesús es realmente el Camino, la Verdad y la Vida. Y nadie puede decir lo contrario, porque hay testigos presenciales que nos lo han transmitido. Y hoy, el Papa Francisco, cabeza de la Iglesia en la tierra continua la misión de aquellos apóstoles con Pedro a la cabeza.

Tú, que quizás puedas leer esto y te confiesas incrédulo, no podrás decir que Jesús no ha resucitado. Sin embargo, yo si puedo gritar y exultar de alegría que Jesús ha Resucitado, porque tengo testigos presenciales que me lo han transmitido, no sólo con su testimonio ocular, sino con sus vidas y obras. Cerrarse los ojos a esta realidad es negarse a la verdadera vida eterna que Jesús nos promete.

¡Qué alegria esperar su regreso, y que emoción el momento de nuestra hora! La muerte ya no importa tanto porque no tiene la última palabra.