domingo, 9 de junio de 2013

LLAMADOS A LA ETERNIDAD



No hemos sido creados para morir, sino para vivir eternamente. Esa es la promesa que Jesús nos trae de su Padre, y nos la ofrece por amor hasta el extremo de entregar su Vida por cada uno de nosotros. Él ha pagado el precio de nuestro rescate, y nos ha redimido para el perdón y la misericordia de Dios.

En momento puntuales de su vida, Jesús revela su poder y nos testimonia que para el Padre no hay nada imposible. En el evangelio de hoy lo hace resucitando al hijo de una pobre viuda de Naím. Quiere enseñarnos que el Amor del Padre es tan grande que entrega a su único Hijo para que pague con su vida el rescate de nuestro perdón y salvación.

Nada debemos temer si estamos en y con el Padre Dios. Jesús, enviado por el Padre, nos protege y nos salva. Su misericordioso Corazón nos acoge y nos da las fuerzas que necesitamos para seguir sus pasos y no desfallecer. En y por Él estamos llamados a una vida de gozo y eternidad. No dejemos que nada de este mundo nos pueda distraer, desorientar y perder ese inmenso Tesoro de nuestra salvación.

SAN EFRÉN


San Efrén

Nació en Nisibi (Mesopotamia septentrional) a comienzos del siglo IV. Recibió el bautismo a los 18 años y trabajó como empleado de un baño público. Cuando su ciudad es atacada por los persas, ya era diácono. Se le recuerda como un hombre muy austero. Es el transmisor genuino de la doctrina cristiana antigua. San Efrén utilizó la poesía para la divulgación de la verdad cristiana. Hasta en las homilías y en los sermones usaba este medio como captación y seducción del espíritu. Era también poeta de la Virgen, a la que dedicó 20 himnos y a quien se dirigía con expresiones de tierna devoción.


Oraciones del día descargables en PDF aquí.