miércoles, 11 de junio de 2014

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO



Queridos hermanos:

El temor de Dios, don del Espíritu Santo, no quiere decir tener miedo a Dios, porque sabemos que Dios es nuestro Padre, que nos ama, nos perdona siempre. Cuando el Espíritu Santo habita en nuestro corazón, nos infunde consuelo y paz, aquella actitud de la persona que deposita toda su confianza en Dios y se siente protegido, como un niño con su papá.

Este don del Espíritu Santo nos permite imitar al Señor en humildad y obediencia, no con una actitud resignada y pasiva, sino con valentía, con gozo. Nos hace cristianos convencidos de que no estamos sometidos al Señor por miedo, sino conquistados por su amor de Padre. Leer más...