Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, en la mitad de la Semana Santa, la liturgia nos
presenta el triste hecho de la traición de Judas. Judas va a las
autoridades y les dice simplemente: ¿Cuánto me van a dar si yo lo
entrego?”. “Treinta monedas”. Y Jesús tiene precio, como cualquier
mercadería en un mercado. Y Jesús acepta esa humillación hasta la muerte
de cruz. En su sufrimiento y en su muerte podemos ver el dolor de la
humanidad, el dolor de nuestros pecados, y la respuesta de Dios a ese
misterio del poder del mal. Dios toma sobre sí el mal del mundo para
vencerlo. Su Pasión no ocurre por error, es la manera de mostrarnos su
amor infinito. Leer más...