martes, 4 de abril de 2017

Origen y meta de Jesús...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 8,21-30.




Jesús dijo a los fariseos:

"Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir".

Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para decir: 'Adonde yo voy, ustedes no pueden ir'?".

Jesús continuó: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.

Por eso les he dicho: 'Ustedes morirán en sus pecados'. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados". Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres tú?". Jesús les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo.

De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo".

Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.

Después les dijo: "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.

El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada".


Mientras hablaba así, muchos creyeron en él.

Palabra del Señor


Reflexión P. J. Garcia

En una sociedad como la nuestra; donde se busca apasionadamente el placer, hablar de la Cruz y la entrega de la vida; no tiene mucho sentido. Sin embargo celebrar a Jesús levantado en lo alto entregando su vida por amor, no es ensalzar el sufrimiento ni pretender la infelicidad. 

Mirando a Jesús levantado en lo alto, celebramos un Dios Amor, Misericordia, proximidad y solidaridad  con sus hijos e hijas. 

La Cruz de Jesús nos recuerda que todas las muertes pueden ser vencidas en medio de dolores y preocupaciones digamos como San Pablo "Todo lo puedo en aquel que me conforta". 

¡Cuantas muertes han sido superadas a lo largo de la historia!, cosas que no hace mucho parecían imposibles de superar.  Jesús levantado a lo alto en el árbol de la Cruz, a dado vuelta a la página de la historia y a abierto el horizonte al futuro y a la vida. 

Y Yo Soy de Jesús, es el reconocimiento de la presencia del Padre que nos ama y del Espíritu que nos da la Vida.