miércoles, 29 de marzo de 2017

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Ayer me asaltó una terrible duda. En un momento del día, creo que fue por la tarde, me vino al pensamiento el misterio de Dios. ¿Cómo pudo hacerse a sí mismo? ¿De dónde viene su poder? Confieso que desde niño, y también, joven, había tenido esos pensamientos en momentos puntuales. Más, inmediatamente, me mente se abandona a la realidad y experimento que estoy, existo y he sido creado. 

Y en mi corazón palpita la huella de Dios, de ese Dios revelado por Jesús, que me ha creado a su imagen y semejanza. Descubro mi ADN espiritual: felicidad, eternidad y amor, que me asemeja a Dios, mi Padre Dios que me revela Jesús, el Hijo de Dios encarnado en naturaleza humana. Y hoy, nuestro querido Papa Francisco, nos habla de la esperanza. Esa esperanza en la que todo hombre anhela alcanzar esa felicidad eterna y gozosa que experimenta en el amor. 

Sí, me decía, Dios está dentro de mí. No sé de dónde ha salido ni de donde viene su Poder, pero sí, Dios está presente en mi vida y llegar a Él mantiene viva todas mis esperanzas. Y, como Abrahán, sostengo mi esperanza en Él confiado que, como dice nuestro Papa Francisco: nuestra vida se iluminará con la certeza de saber que Aquél que ha resucitado a su Hijo de la muerte nos resucitará también a todos nosotros y nos hará ser una sola cosa con Él, junto a todos nuestros hermanos en la fe.






PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 29 de marzo de 2017


Queridos hermanos:

En la catequesis de hoy hemos visto la estrecha relación que hay entre la fe y la esperanza. En la carta a los Romanos, san Pablo nos dice que Abrahán, «apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza». El patriarca, a pesar de sus muchos años y la esterilidad de su mujer Sara, siguió creyendo en la promesa que Dios le había hecho de darle una gran descendencia. Frente a la evidencia de una realidad contraria a toda esperanza humana, él se fía de Dios con la certeza de que el Señor cumplirá sus promesas. También nosotros estamos llamados a vivir una esperanza como la de Abrahán, que no se apoya en razonamientos, o en previsiones o cálculos humanos, sino que hunde sus raíces en la fe en la Palabra de Dios. Así nuestra vida se iluminará con la certeza de saber que Aquél que ha resucitado a su Hijo de la muerte nos resucitará también a todos nosotros y nos hará ser una sola cosa con Él, junto a todos nuestros hermanos en la fe.

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos a la Virgen María que en este tiempo de cuaresma nos ayude a intensificar nuestra preparación espiritual para que la celebración del misterio pascual de Cristo renueve nuestra fe y nuestra esperanza. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.

Autoridad de Jesús...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 5,17-30.





Jesús dijo a los judíos:

"Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo".

Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: "Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.

Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.

Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.

Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.

Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.

Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre.

No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.

Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.

Palabra del Señor


Reflexión Monseñor Flabio Martínez
Una vez más, se nos presenta este tiempo de cuaresma  como un tiempo favorable para encontrarnos con Dios,  con esa misericordia de nuestro Dios Amor y tener vida, porque Dios es un Amor que crea vida en nosotros, es un Dios compasivo y misericordioso.
Jesús nos sigue dando esa oferta de vida plena por medio de la escucha de su palabra, estamos pues llamados a la vida, haciendo el bien, trabajando y amando como verdaderos hijos de Dios, mi Padre trabaja siempre  y yo también trabajo. El Señor Jesús nos hace una invitación clara  a que no seamos hijos de Dios, a que no seamos cristianos floreros, sino que seamos discípulos verdaderos de Jesús con un corazón abierto hacia las necesidades de nuestros hermanos, que nadie de los otros cierre sus ojos y su corazón a su hermano. La obra fundamental de Jesús es revelar el amor de Dios escuchemos a Jesús y quien escucha a Jesús tiene vida y tiene vida eterna.