lunes, 18 de marzo de 2013

ESPIRITUALIDAD PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN


SAN CIRILO

San Cirilo


El Obispo de Jerusalén, San Cirilo, fue una de las figuras más representativas cuando aparecieron las herejías en los siglos IV y V. Nació de padres cristianos en 315 y se adhirió a la doctrina ortodoxa de Nicea, por ello, fue varias veces desterrado. El primer Concilio Ecuménico de Costantinopla en el que participó reconoció la legitimidad de su Episcopado. El Papa León XIII le concedió el título de Doctor de la Iglesia por las 24 catequesis que compuso.


18 de marzo de 2013, lunes de la semana V de Cuaresma. (San Cirilo de Jerusalén, Obispo y Doctor de la Iglesia).
Oración de la mañana (laudes)

Oraciones del día descargables en PDF aquí.

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
  
HIMNO II
En tierra extraña peregrinos
con esperanza caminamos,
que, si arduos son nuestros caminos,
sabemos bien a dónde vamos.

En el desierto un alto hacemos,
es el Señor quien nos convida,
aquí comemos y bebemos
el pan y el vino de la Vida.

Para el camino se nos queda
entre las manos, guiadora,
la cruz, bordón, que es la vereda
y es la bandera triunfadora.

Entre el dolor y la alegría,
con Cristo avanza en su andadura
un hombre, un pobre que confía
y busca la ciudad futura. Amén.

Antífona 2: Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.

CÁNTICO: Sólo a Dios honor y gloria
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.

De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.

Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.