viernes, 30 de junio de 2017

MISA DE LA COMUNIDAD (CAMINO NEOCATECUMENAL)



El sábado tendrá lugar, a las 20, 30 horas, es decir, después de la misa acostumbrada de la parroquia a las 19, 30, la misa del grupo neocatecumenal de la parroquia San Ginés. Ni que decir que están todos invitados, estés o no estés en el grupo. Se comulgará bajo las especies de pan (ácimo) y vino, según la costumbre de las primeras comunidades cristianan.


RECUERDA:  MISA DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL
ESTÁN TODOS INVITADOS
TE ESPERAMOS

HORARIO: 20, 30 HORAS
PARROQUIA SAN GINÉS

Jesús lo tocó diciendo: ¡quiero, queda limpio!

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 8, 1-4.


Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud.

Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes purificarme".
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante quedó purificado de su lepra.

Jesús le dijo: "No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio".

Palabra del Señor

jueves, 29 de junio de 2017

Entrevista a San Pedro y San Pablo...

*¿Qué nos platicarían estos grandes apostoles? ¡Cuántas cosas nos enseñarían! Sus palabras son actuales, solo tenemos que leerlas en las Sagradas Escrituras.


Entrevista a San Pedro en el cielo. 


P. ¿Qué sentiste al negar a Cristo?
R. Fue el día más triste de mi vida; no se lo deseo a nadie. Yo era muy duro para llorar, pero ese día lloré a mares; no lo suficiente, porque toda la vida lloré esa falta. Sin embargo, por haber negado al Señor un día, lo amé muchísimo más que si nunca lo hubiera hecho. Esas negaciones fueron un hierro candente que me traspasó el corazón.

P. ¿Prefieres el nombre de Pedro al de Simón?

R. Sí, porque el nombre de Simón me lo pusieron mis padres; el de Pedro, Cristo. Además, es un nombre que encierra un gran significado. Por un lado me hace feliz que Él me haya hecho piedra de su Iglesia; por otro lado, me produce gran confusión, porque yo no era roca, sino polvo vil. Cristo ya no me llama Simón, Él prefiere llamarme roca; y en el cielo todos me llaman Pedro.  Mi antiguo nombre ya se me olvidó. Cuando pienso en mi nuevo nombre, cuando me llaman Pedro, inmediatamente pienso en la Iglesia. Me llaman así con un sentido muy particular los demás vicarios de Cristo que me han seguido, y yo siento ganas de llamarles con el mismo nombre, porque todos somos piedra de la misma cantera, todos sostenemos a la Iglesia.

P. ¿Qué sentiste cuando Cristo Resucitado se te apareció?

R. Es difícil, muy difícil de expresar, pero lo intentaré. Por un segundo creí ver un fantasma, luego sentí tal alegría que quise abrazarlo con todas mis fuerzas. «¡Es Él!» pensé, pero luego sentí cómo se me helaba la sangre, y quedé petrificado sin atreverme a mover. Él fue quien me abrazó con tal ternura, con tal fuerza… Y oí muy claras sus palabras: «Para mí sigues siendo el mismo Pedro de siempre».

P. ¿Qué consejo nos das a los que seguimos en este mundo?

R. Puedo decirles que mi sucesor, el Papa, sabe lo que hace. Háganle caso y les irá mejor. De igual forma, no dejen de tener al Señor con ustedes en sus corazones y todos los aspectos de su vida en todo momento. 


Entrevista en el cielo a San Pablo.


P. ¿Qué sentiste en el camino hacia Damasco, caído en el suelo, tirado en el polvo?

R. Yacía por tierra, convertido en polvo, todo mi pasado. Mis antiguas certezas, la intocable ley mosaica, mi alma de fariseo rabioso, toda mi vida anterior estaba enterrada en el polvo. Fue cuestión de segundos. Del polvo emergía poco a poco un hombre nuevo. Los métodos fueron violentos, tajantes, «es duro dar coces contra el aguijón», pero sólo así podía aprender la dura lección. En el camino hacia Damasco me encontré con el Maestro un día que nunca olvidaré. Aquella voz y aquel Cristo de Damasco se me clavaron como espada en el corazón. Cristo entró a saco en mi castillo rompiendo puertas, ventanas; una experiencia terrible; pero considero aquel día como el más grande de mi vida.

P. ¿Sigues diciendo que todo lo que se sufre en este mundo es juego de niños, comparado con el cielo?

R. Lo dije y lo digo. Durante mi vida terrena contemplé el cielo por un rato; ahora estaré en él eternamente. El precio que pagué fue muy pequeño. El cielo no tiene precio. ¡Qué pena da ver a tantos hombres y mujeres aferrados a las cosas de la tierra, olvidándose de la eternidad! Vale la pena sufrir sin fin y sin pausa para conquistar el cielo. El Cristo de Damasco será mío para siempre; llegando aquí lo primero que le he dicho al Señor ha sido: «Gracias Señor, por tirarme del caballo»; pues Él me pidió disculpas por la manera demasiado fuerte de hacerlo.

P. Qué querías decir con aquellas palabras: “¿Quién me arrancará del amor a Cristo?”

R. Pues que estaba seguro de que nada ni nadie jamás me separaría de Él, y así fue. Y, si en la tierra pude decir con certeza estas palabras, en el cielo las puedo decir con mayor certeza todavía. El cielo consiste en: “Cristo es mío, yo soy de Cristo por toda la eternidad” ¿Sabes lo que se siente, cuando Él me dice: «Pablo, amigo mío?».

P. Un día dijiste aquellas palabras: “Sé en quién he creído y estoy tranquilo”. Explícanos el sentido.

R. Cuando llegué a conocerlo, no pude hacer menos que seguirlo, quererlo, y pasarme a sus filas; porque nadie es como Él de justo, de santo, y de verdadero. Supe desde el principio que no encontraría otro como Él, que nadie me amaría tanto como aquél que se entregó a la muerte y a la cruz por mí.

P. ¿Un consejo desde el cielo para los de la tierra?

R. Uno sólo, y se los doy con toda la fuerza: “Déjense atrapar por el mismo Señor que a mi me derribó en Damasco”. 

Pedro es la piedra donde se edifica la Iglesia...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 16,13-19.

Mateo 16, 13-19

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".

Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".

"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".

Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.

Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

Palabra del Señor

Hoy celebramos la fiesta de la Cátedra de San Pedro, que expresa la misión que Cristo le confió a Pedro y a sus sucesores: apacentar su rebaño con la predicación del Evangelio. 
1. La piedra.
Pedro es LA PIEDRA, sobre la cual se edificará la Iglesia, la comunidad del pueblo de Dios. La Iglesia es como una construcción, que se edifica a partir de los cimientos. Y el cimiento, una vez colocado, debe quedar ahí para que el edificio no se venga abajo.

Pedro y sus sucesores, los Papas, son el fundamento visible de la construcción. Porque el fundamento invisible es el mismo Señor Jesucristo. Y ese doble cimiento es la garantía de la victoriosidad de la Iglesia a través de los siglos.


2. Las llaves.
La otra imagen con la cual Jesús le explica a Pedro su tarea, es la de LAS LLAVES. Simboliza la autoridad sobre la casa, la potestad de disponer, de dejar entrar y de echar de la casa. 


Así Pedro es nombrado mayordomo en el Reino de Dios. Sus decisiones realizadas en la tierra, quedan ratificadas en el cielo. Pedro, y con él sus sucesores, son intermediarios indispensables para el acceso normal al Reino de los Cielos. Cristo es la cabeza de la Iglesia, pero los Papas son sus vicarios, sus representantes visibles en la tierra.

miércoles, 28 de junio de 2017

AUDIENCIAS PAPA FRANCISCO

Es muy importante lo que el Papa Francisco nos dice hoy. Un cristiano sin esperanza deja de ser cristiano. Porque el creyente vive de la esperanza. Una esperanza de Vida Eterna en plenitud de amor. Somos personas, como nos dice el Papa Francisco, "contracorriente". Y eso significa que vamos contra los criterios del mundo. Mientras que el mundo emplea la violencia para imponer, corregir o hacer justicia, el cristiano, salvo ser astuto y prudente, como nos dice el Papa, nunca puede responder con violencia.

El cristiano tiene que tener muy claro su meta. Y esta es la cruz, su propia cruz, que debe ser puesta a los pies de la Cruz de su Maestro y Señor. Y esa cruz, la suya, es el resultado de sus propios pecados y testimonio de amor a Dios y al prójimo. Una cruz que muchas veces le llevará a dar su vida por amor. Si no sabe que ese es su camino, fallecerá y se desviará fácilmente. Porque su esperanza se muere y no le mantiene firme, alegre y confiando en la Palabra del Señor.




PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles 28 de junio de 2017


Queridos hermanos y hermanas:

Hoy reflexionamos sobre la esperanza cristiana como fuerza de los mártires. Jesús advierte a sus discípulos que serán odiados por seguirle. Los cristianos son hombres y mujeres «contracorriente», que siguen la lógica del Evangelio, que es la lógica de la esperanza. Esto se traduce en un estilo de vida concreto: deben vivir la pobreza, recorriendo su camino con lo esencial, y con el corazón lleno de amor; deben ser prudentes y a la vez astutos; pero jamás violentos. El mal no se puede combatir con el mal.

La única fuerza del cristiano es el Evangelio. En el momento de la prueba el cristiano no puede perder la esperanza, porque Jesús está con nosotros; él ha vencido el mal y nos acompaña en todas las circunstancias que nos toca vivir.

Desde los primeros cristianos, se ha denominado la fidelidad a Jesús con la palabra «martirio», es decir, testimonio. Los mártires no viven para sí, no combaten para afirmar sus propias ideas, sino que aceptan morir solo por la fidelidad al Evangelio. Por eso, no se puede utilizar la palabra mártir para referirse a los que cometen atentados suicidas, porque en su conducta no se halla esa manifestación del amor a Dios y al prójimo que es propia del testigo de Cristo. 


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Saludo también al grupo argentino que ha trabajado sobre la encíclica Laudato si’ y el diálogo interreligioso, y al integrante islámico de ese grupo: ¡feliz cumpleaños!
Mañana celebraremos la solemnidad de los apóstoles san Pedro y san Pablo, que dieron su vida por amor a Cristo. Pidamos a Dios por su intercesión que nos conceda el don de la fortaleza para seguirle y ser sus testigos viviendo la esperanza cristiana, sobre todo en ese martirio continuo y escondido de hacer bien y con amor nuestras obligaciones de cada día.



Muchas gracias.

Por sus frutos los reconocerán...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 7,15-20.



Jesús dijo a sus discípulos:

Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? 
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.

Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos. 
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.

Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.

Palabra del Señor


Señor, Tú nos hablas de los malos profetas, pero al mismo tiempo nos hablas de nosotros mismos. Dices que al árbol se le conoce por sus frutos, a nosotros por nuestras obras. Mencionas que no es suficiente con ver el tronco del árbol para conocerlo, sino que necesitamos recurrir a sus frutos. Por eso, deseo unirme a ti, para que produzcas en mí frutos de amor y de entrega.
Jesús, Tú eres la Vid en la que quiero insertarme para dar buenos frutos. Sé que por mis propias fuerzas, puedo poco; pero que unido a ti, lo puedo todo. No me deseches nunca de tu Corazón, antes bien, concédeme ser fiel a tu presencia en mi vida. “Concédeme vivir siempre tus mandamientos y no permitas que me separe de ti”. 
Amén

martes, 27 de junio de 2017

La puerta estrecha...

Evangelio  de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 7,6.12-14


No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.

Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.

Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.

Palabra del Señor

sábado, 24 de junio de 2017

Solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 1,57-66.80.


Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.

Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.

A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.

Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.

El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
Al recordar a Juan Bautista el versículo 24,  hace referencia a Lucas. El bautismo y el testimonio de Juan pertenecen al tiempo de la promesa. La misión que Juan Bautista tiene en la historia es la de preparar los caminos del Señor. Al cual incluye preparar con sinceridad y lealtad que la gente no se  equivoque con respecto a su propia persona y no busquen en él, una salvación que solo podrán encontrar en Jesús. Tener clara la conciencia de la propia misión en la vida es señal de gran sabiduría. Cuando Juan Bautista es circuncidado Dios entra en la vida de ese niño con fuerza irresistible, le imponen el nombre de Juan que proclama la misericordia de Dios, Zacarias recobra el uso de la palabra señal de que todo se ha cumplido según la palabra  de Dios. La alegria de los vecinos se transforma primero en admiración y temor y luego en un presagio feliz sobre este niño, sobre el que se ha manifestado la mano del Señor. 

viernes, 23 de junio de 2017

Vengan a Mí los que están cansados y agobiados...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 11,25-30.


Jesús dijo:
"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.

Sí, Padre, porque así lo has querido.

Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar."

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.

Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.  Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."

Palabra del Señor

Reflexión Padre Luis Antonio Zazano
Mt. 11, 25-30: Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
1. Alabar: es agradecer a Dios ese corazón generoso que tiene para con nosotros, nos forja en sí y nos invita a misericordiar, pero la clave es saber que viene a revelarte a Ti, sabiéndote pobre y débil. Parece que Dios sabe que el corazón caído y golpeado es un corazón que puede alabar con fuerzas ante un corazón exitoso y soberbio. Hoy alabemos a Dios con tu vida por mostrarte grande a la obra de Él porque te reconoces pequeño.

2. Vengan a mí: me encanta esta parte del evangelio, más en este día del Sagrado Corazón de Jesús. Es ir a Jesús porque Él nos espera, porque deja abiertas las puertas del corazón y quiere limpiarte, vuelve  a Dios, hay allí vida y también hay oportunidad.

3. Manso y humilde: la mansedumbre viene de amansar, controlar y sentir la mano del dueño, es por ello que hoy tienes que reconocer la mano de Dios quien es tu dueño y te invita a un estilo de vida desde y en Él. La humildad es la clave de todo corazón entregado a Dios. Entrega tu corazón a Dios y reconoce su mano en tu vida.

Los Cinco minutos de María


"Oh Madre de aquel que nos ama, que has merecido llevarlo en tu seno y amamantarlo en tu pecho, ¿no podrás o no querrás conceder el amor a Él y ti a quien te lo pide?.

Que mi espíritu te venere como eres digna, que mi corazón te ame como es justo, que mi alma te estime como le es beneficio, que mi carne te sirva como debe.
Que en esto se consuma mi vida, a fin de que todo mi ser te cante durante la eternidad" 

(San Anselmo).

Santa María de la sonrisa, imagen de la sonrisa de Dios, que eso llegue a ser mi vida una sonrisa al amor.

P. Alfonso Milagros

jueves, 22 de junio de 2017

Oración de la Confianza al Corazón de Jesús



Jesús a tu Corazón confío
(una persona, un problema...)
Míralo y deja obrar a tu Corazón.
Cuento contigo, me fío de Ti,
estoy seguro de Ti.

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!

Te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a cuantos comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los sacramentos, mi Corazón será su asilo seguro en los últimos momentos".

El Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque.

martes, 20 de junio de 2017

Amen a sus enemigos...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo  según San Mateo 5,43-48.


Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;  así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?

Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
La máxima "sean perfectos como lo es el Padre del Cielo" instituye el modo de proceder de Dios, como paradigma de nuestras vidas. Frecuentemente nos sentimos cómodos estableciendo categorías que nos diferencien; y permitan clasificar la realidad o discriminar situaciones de modo claro; porque de esta manera encontramos los parámetros de nuestras acciones. Esto nos brinda, seguridades e incluso nos permite alardear sobre nuestra conducta. El mandato evangélico en cambio nos invita dar un salto cualitativo para transformar lo cotidiano en algo extraordinario. Jesús señala que en la vida ya no podemos movernos por puras simpatías o antipatías, ni tampoco según la bondad o maldad manifiesta de terceros, ni por la fraternidad que nos une. Exige que nos inspiremos en nuestro Padre que persevera en la practica del bien, como expresión de su justicia. El precepto no implica actitudes temerarias, ni ingenuas, sino todo lo contrario conscientes de las realidades que vivimos, ha de llegar a ser un llamado a la conversión fundamentando que en el amor y en la oración. Que este fundamentada nuestra conversión en el Amor y la oración, y sobre todo por aquellos que nos hacen daño, por aquellos que nos caen mal, eso no es tan fácil pero es lo que hay que practicar. Porque el amor perfecto de Dios es amar a todos buenos y malos. Pues nosotros también debemos de amar y perdonar de todo corazón.

lunes, 19 de junio de 2017

Respecto a la venganza...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo  según San Mateo 5, 38-42.


Jesús, dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en 
la mejilla derecha, preséntale también la otra.

Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;  y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
La declaración de Jesús, establece que cualquier intento de justicia por mano propia o cualquier búsqueda de venganza ante las injusticias no son conductas propias de sus seguidores. Jesús decreta ademas que la centralidad de las personas en sus necesidades, son determinantes para el comportamiento de la comunidad del Reino. Pero en ocasiones creerle a Jesús; no es sencillo y pensamos que practicar estos mandamientos esta fuera de nuestras posibilidades por fortuna o gracia de Dios existen en cambio numerosos ejemplos que valoramos por este tipo de comportamientos: por ejemplo .Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela, las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo. No se trata de claudicar en la búsqueda por la verdad ni de resignar las luchas por la justicia, tampoco de olvidar o perdonar sin más, como tontos, se trata de desmantelar el modos operandi que pretende alcanzar el resarcimiento, con mayor injusticia  y violencia. Se trata de dar la palabra a las victimas y de dejar al descubierto la victoria con sus practicas. 

domingo, 18 de junio de 2017

Jesús envió a sus doce apóstoles con instrucciones.


SERÁN MI PROPIEDAD
Ex 19, 2-6; Rom 5, 6-11; Mt 9, 36-10, 8
El libro del Éxodo nos recuerda la relación de alianza que Dios ofreció a Israel. Era un pacto bilateral con compromisos recíprocos entre Dios y su pueblo. Los israelitas tendrían que obedecer las normas y mandatos acordados en el pacto. Entre todos los mandatos sobresalía el deber de amar a Dios por encima de cualquier otra realidad. Por su parte, Dios se comprometía a proteger y bendecir a su pueblo. Siendo Israel su propiedad, nadie podría lastimarlo. Dios sería su defensor a condición de que ellos vivieran como una comunidad fraterna y solidaria. Cuando esta relación de alianza se degradó con el paso del tiempo, el Señor hizo una oferta novedosa: Él mismo reinaría en medio de su pueblo. Ya no habría necesidad de reyes ni sacerdotes como en la antigua alianza. Jesús inaugura el reino de Dios, ofreciendo la fuerza del Espíritu. Con esa misión Jesús envía a los discípulos a visitar los caseríos de Galilea. No solamente tendrán que hablar, sino ofrecer, sin condición alguna, el alivio y la salud a los necesitados.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada.
Del libro del Éxodo: 19, 2-6

En aquellos días, el pueblo de Israel salió de Refidim, llegó al desierto del Sinaí y acampó frente al monte. Moisés subió al monte para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: “Esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel: ‘Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada’.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 99, 2. 3. 5.
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.

Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su
pueblo y su rebaño. R/.

Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.

SEGUNDA LECTURA
Si la muerte de Cristo nos reconcilió con Dios, mucho más nos reconciliará su vida.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 6-11

Hermanos: Cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado. Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena.
Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores. Con mayor razón, ahora que ya hemos sido justificados por su sangre, seremos salvados por él del castigo final. Porque, si cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo, con mucho más razón, estando ya reconciliados, recibiremos la salvación participando de la vida de su Hijo. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación. 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1, 15
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse y crean en el Evangelio. R/.

EVANGELIO
Jesús envió a sus doce apóstoles con instrucciones.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 36-10, 8

En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.

Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: “No vayan a tierra de paganos ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente”.

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
Después de explicar como el reino de Dios se hace presente en palabras, (Mateo 5,7) y  acciones (Mateo 8-9) de Jesús, Mateo introduce este discurso de misión en el que se descubre  la tarea que Jesús encarga a sus discípulos como continuadores de su misión.
¿Como han de realizar los discípulos de Jesús esta misión? Con un corazón compasivo como el de Jesús, con la conciencia de que el dueño de la misión es Dios y no ellos, con obras, pero  sobre todo rogando al dueño de la mies que envié trabajadores a sus campos, tomando como ejemplo a Jesús que tiene y da el poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Siguiendo las instrucciones que Jesús da; en y para un tiempo determinado, no vayan  a tierra de paganos ni entren en ciudades de samaritanos. Después de la resurrección Jesús les dirá a sus discípulos, "Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos", (Mateo 18,19) y también reconociendo que esta misión implica búsqueda, anuncio y acciones concretas. Vayan más bien en busca de, proclamen por el camino, curen, resuciten, echen fuera a los demonios, aceptando que esta misión se hace solo por amor sin esperar nada a cambio, gratuitamente han recibido este poder, ejerzanlo pues gratuitamente. 

sábado, 17 de junio de 2017

Lo que Jesús dijo respecto a los juramentos...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo  según San Mateo 5,33-37.



Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.

Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.

No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.

Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
Tener palabra, darle valor a la palabra, ser amigo de la verdad, aborrecer la mentira, no premiar el engaño. En esta sociedad en la que nos encontramos se hace urgente y necesario afrontar estas realidades mencionadas. El Cristianismo se caracteriza dentro del mundo de las religiones como la religión de la verdad. Ser cristiano es caminar en la verdad, defenderla y proclamarla, propiciarla. Hoy es urgente generar ambientes en los que la verdad brille con fuerza. Hemos de formar a las nuevas generaciones en el respeto a la palabra dada. Estamos llamados a fortalecer la estructura de vida para que  todo aquello que digamos podamos refrendarlo con la vida. Jesús nos invita a vivir de manera coherente. Es preciso vivir según el corazón de Dios. Estamos llamados a comprometernos con aquello que es fundamental. Abandonando lo que deshumaniza y destruye a la persona. Coloquemonos de parte de la vida de la verdad y del amor. Este sería el mejor acto de misericordia, que los cristianos podemos hacer con la humanidad entera. Estamos dispuestos? Nos comprometemos a dar lo mejor de Nosotros? Ojala que así sea...

jueves, 15 de junio de 2017

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor”, le dijo el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita de Alacoque en junio de 1675.

En esa revelación, el Señor le encomendó a la santa una misión: “Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”.
“También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute”, añadió Jesucristo.


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá la puerta!".
He aquí, que confiando en tu  palabra divina,  llamo, busco, y te pido la gracia......

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confió!

II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, todo lo que pidan a mi Padre en mi Nombre, El se los concederá".
He aquí, que confiando en tu palabra divina, pido al  Eterno Padre en tu nombre la gracia.......

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confió!

III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo,  los cielos y la tierra pasarán, más mis palabras no pasarán"
He aquí, que confiando en la infabilidad de tu  palabra divina, te  pido la gracia......

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confió!

¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús!, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confió!

¡Jesús Manso y Humilde de Corazón, has mi corazón semejante al tuyo!

San José Padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

Rezarla durante 9 días.
Se puede rezar diaramente

Cuerpo y Sangre de Cristo...

Evangelio  de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan: 6, 51-58

Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.

Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.

Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su  sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.

Palabra del Señor

Reflexión P. J. Garcia
Lo que Jesús hizo en la última Cena, darnos un Sacramento o un signo Sagrado por el cual participáramos de su Cuerpo y de su Sangre, no fue una ocurrencia del momento. Jesús ya lo había previsto y lo había anunciado cuando nos ofreció una comida divina no en orden a la salud corporal sino en orden a una vida superior y eterna; que le facilitaría al ser humano alcanzar la plenitud de la vida en Dios a la que a sido llamado. Ese maravilloso don de Dios el que come mi Carne y bebe mi Sangre vive unido a mi y yo vivo unido a él. Se nos ofrece en cada una de las misas, pero a muy pocos interesa el sentido original, con el que Jesús se nos ofreció en el alimento. Hemos hecho de las solemnes Misas un ostentoso y pintoresco carnaval del que nos hemos servido para exhibir la refinada soberbia de nuestra vanidad. La Misa es lo más hermoso que tenemos en el mundo, de aquello que nos da la Vida Eterna. Ojala que nunca dejemos de recibir al Señor cuando vamos a Misa.

miércoles, 14 de junio de 2017

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco toca hoy la fibra del corazón humano: "El amor". Sin amor nadie puede vivir. Si reflexionamos un poco, de manera serena y tranquila, descubrimos que lo que nos mueve en la vida es el amor. Todo lo que hacemos está dirigido a llamar nuestra atención, a ser valorado y querido. Es decir, a ser amado. Y por eso damos también nosotros amor.

Porque sólo el amor es la puerta que se abre para también recibir amor. Amor que se corresponde. Y, como el Papa hermosamente describe y narra, sólo el amor genera y da esperanza. El amor siempre está a la espera de cambiarte, de recibir tu respuesta también de amor. Dios no espera, nos ha creado por amor. Hemos sido creados siendo en el mismo instante amados por Dios. Y continúa amándonos sin condición en espera de tu respuesta. En ella te va la vida. Esa es nuestra esperanza.


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PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles 14 de junio de 2017





Queridos hermanos:

En la catequesis de hoy consideramos cómo la certeza de la esperanza se funda en que somos hijos amados de Dios. Nadie puede vivir sin amor. En cierto modo, detrás de muchas reacciones de odio y violencia se esconde un gran vacío interior, un corazón que no ha sido amado verdaderamente. Lo único que puede hacer feliz a una persona es la experiencia de amar y de ser amado.

El primer paso que da Dios hacia nosotros es su amor anticipado e incondicionado. Dios nos ama antes de que nosotros hayamos hecho algo para merecerlo. Él es amor, y el amor tiende por naturaleza a difundirse, a donarse. Como una madre, que no deja nunca de amar a su hijo, aunque haya cometido un error y deba cumplir con la justicia, así Dios nunca deja de amarnos, porque somos sus hijos queridos.

El amor llama al amor. Para cambiar el corazón de una persona, en primer lugar hay que abrazarla, que sienta que es importante para nosotros y que es querida. Así comenzará a despuntar también en ella el don de la esperanza.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Pidamos a la Virgen María que nos dejemos guiar  siempre por el amor de su Hijo. Que sepamos transmitir a los demás ese amor de Dios, para que se encienda en todos una esperanza nueva. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.

Jesús y la Ley...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo  según San Mateo 5, 17-19


Mateo 5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos:

«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.

Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.

El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»

Palabra del Señor

El Evangelio de hoy (Mt 5,17-19) enseña como observar la ley de Dios de manera que su práctica muestre en qué consiste el pleno cumplimiento de la ley (Mt 5,17-19). Mateo escribe para ayudar las comunidades de judíos convertidos a superar las críticas de los hermanos de raza que los acusaban diciendo: “Ustedes son infieles a la Ley de Moisés”. Jesús mismo había sido acusado de infidelidad a la ley de Dios. Mateo trae la respuesta esclarecedora de Jesús a los que lo acusaban. Así nos da una luz para ayudar las comunidades a resolver su problema.
Usando imágenes de la vida cotidiana, con palabras sencillas y directas, Jesús había dicho que la misión de la comunidad, su razón de ser, es ser sal y luz. Había dado algunos consejos respecto de cada una de las imágenes. A continuación vienen los tres breves versículos del Evangelio de hoy.
Mateo 5,17-18: Ni una tilde de la ley dejará de ser vigente. Había varias tendencias en las comunidades de los primeros cristianos. Unas pensaban que no era necesario observar las leyes del Antiguo Testamento, pues es la fe en Jesús lo que nos salva y no la observancia de la Ley (Rm 3,21-26). Otros aceptaban a Jesús como Mesías, pero no aceptaban la libertad del Espíritu con que algunas comunidades vivían la presencia de Jesús resucitado. Pensaban que ellos, siendo judíos, debían continuar observando las leyes del Antiguo Testamento  (Hec 15,1.5). Había además cristianos que vivían tan plenamente en la libertad del Espíritu, que habían dejado de mirar la vida de Jesús de Nazaret o el AT y que llegaban a decir: “¡Anatema Jesús!” (1Cor 12,3). Ante estas tensiones, Mateo procura un equilibrio más allá de los dos extremos. La comunidad ha de ser un espacio, donde este equilibrio pueda ser alcanzado y vivido. La respuesta dada por Jesús a los que lo criticaban seguía bien actual para las comunidades: “¡No he venido a abolir la ley, sino a darle pleno cumplimiento!”. Las comunidades no podían estar contra la Ley, ni podían encerrarse en la observancia de la ley. Al igual que Jesús, debían dar un paso y mostrar, en la práctica, cuál es el objetivo que la ley quiere alcanzar en la vida de las personas, a saber, en la práctica perfecta del amor.

Mateo 5,17-18: Ni una tilde de la ley dejará de ser vigente Y a los que querían deshacerse de toda la ley, Mateo recuerda otra palabra de Jesús: “Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos”. La gran inquietud del Evangelio de Mateo es mostrar que el Antiguo Testamento, Jesús de Nazaret y la vida en el Espíritu Santo, no pueden separarse. Los tres forman parte del mismo y único proyecto de Dios y nos comunican la certeza central de la fe: el Dios de Abrahám y Sara está presente en medio de las comunidades por la fe en Jesús de Nazaret que nos manda su Espíritu.

martes, 13 de junio de 2017

Sal y luz, imagen de los discípulos...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 5,13-16

Mateo 5, 13-16

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.


Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.

Palabra del Señor

Mateo 5,13: La parábola de la sal
Usando imágenes de la vida cotidiana, con palabras sencillas y directas, Jesús hace saber cuál es la misión y la razón de ser de la Comunidad: ¡ser sal! En aquel tiempo, con el caldo que se hacía, la gente y los animales tenían necesidad de tomar mucha sal. La sal se expendía por los vendedores en grandes bloques y estos bloques se colocaban en la plaza para poder ser consumados por la gente. La sal que quedaba caía a tierra, no servía ya para nada y era pisado por todos. Jesús evoca este uso para aclarar a los discípulos la misión que deben realizar. Sin sal no se podía vivir, pero lo que restaba de la sal no servía para nada.
Mateo 5,14-16: La parábola de la luz

La comparación es obvia. Nadie enciende un candelabro para colocarlo bajo un celemín. Una ciudad puesta en lo alto de un monte no consigue permanecer oculta. La comunidad debe ser luz, debe iluminar. No debe tener miedo de mostrar el bien que hace. No lo hace para ser vista, pero lo que hace, puede y debe ser visto. La sal no existe para sí. La luz no existe para sí. Así debe ser una comunidad: no puede encerrase en sí misma.
Entre los judíos convertidos existían dos tendencias. Algunos pensaban que no era necesario observar las leyes del Antiguo Testamento, porque somos salvos por la fe en Jesús y no por la observancia de la ley (Rom 3,21-26). Otros pensaban que ellos, siendo judíos, debían seguir observando las leyes del Antiguo Testamento. En cada una de estas dos tendencias existían grupos más radicales. Ante este conflicto, Mateo intenta un equilibrio para unir los dos extremos. La comunidad debe ser un espacio donde este equilibrio se pueda conseguir y pueda ser vivido. La comunidad debe ser centro de irradiación de este vivir y mostrar a todos el verdadero significado y objetivo de la Ley de Dios. La comunidad no quiere abolir la ley, sino que quiere llevarla a cumplimiento (Mt 5,17). Las comunidades no pueden andar contra las leyes, ni pueden encerrarse en sí mismas en la observancia de la ley. Como Jesús, deben dar un paso y mostrar en la práctica el objetivo que la ley quiere conseguir, o sea la práctica perfecta del amor. Viviendo así serán “Sal de la Tierra y Luz del Mundo”