jueves, 23 de febrero de 2017

Radicalidad ante el pecado...

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 9,41-50


Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.

Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.

Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.

Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Porque cada uno será salado por el fuego.


La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».

Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús.




Un cristiano debe ser una persona de profunda coherencia, seguir a Jesús tiene una radicalidad tal, que exige compromisos contundentes de vida. El seguimiento de Jesús se refleja en la conducta personal del creyente y en la experiencia comunitaria. Un cristiano esta llamado a ser alternativa en la Iglesia y fermento para el mundo, si no es así no es digno para la vida. Ser cristianos de verdad, no es tan fácil, hay que ser radicales en seguir a Jesús. Si hemos cometido alguna falta o algún error, es momento de  que nos corrijamos y sigamos adelante, siguiendo a nuestro Señor con todo el corazón, nada de medias tintas.

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