Hoy el Papa Francisco nos pone el ejemplo y testimonio de san Carlos de Foucauld que nos puede ayudar a ver como la Persona de Jesús atrae cuando se llega a tener un encuentro profundo con Él. Y esa atracción puede derivar en muchas maneras de expresarla, de contagiarla y de, sobre todo, amar. Amar como Jesús nos ama.
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles, 18 de octubre de 2023
Catequesis. La pasión por la evangelización: el zelo apostólico del creyente. 23. San Carlos de Foucauld, corazón palpitante de caridad en la vida oculta.
Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis sobre el celo apostólico compartimos el testimonio de san Carlos de Foucauld. Carlos vivió una juventud alejada de Dios, hasta que conoció a Jesús de Nazaret. Experimentando una conversión, pasó de ser atraído por Jesús al deseo de imitarlo, sintiéndose su “hermano pequeño”. Aconsejado por su confesor fue a Tierra Santa y, recorriendo los Santos Lugares, descubrió la llamada a vivir en el espíritu de Nazaret, pobre y oculto, manso y humilde de corazón.
Carlos dedicaba mucho tiempo a meditar el Evangelio, pero esto no lo hacía encerrarse en sí mismo, al contrario, lo impulsaba a anunciarlo a los demás. Para él, la vida eucarística era el punto de partida para la misión, por eso rezaba durante horas ante el sagrario, y encontraba la fuerza evangelizadora para ir al encuentro de las personas que no conocían a Jesús. Como “hermano universal” acogía a todos, estrechando lazos de amistad y reflejando la bondad de Jesús con gestos sencillos, gestos que transmitían paz y alegría a cuantos se encontraban con él.
SALUDOS
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. El próximo domingo celebraremos la Jornada Mundial de las Misiones. Pidamos al Señor que nos ayude a anunciar la Buena Nueva con alegría, con sencillez de corazón, al estilo de san Carlos de Foucauld. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa, Reina de las misiones, los cuide. Muchas gracias.
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.