Comienza con lo que tienes, no
con lo que te hace falta
Tú ya tienes todo lo que
necesitas para comenzar a crear tu futuro. Sin embargo, a veces te encuentras
diciendo: Si tan sólo tuviera esto; si al menos esto fuera distinto; si tuviera
más dinero
No exageres la importancia de las
cosas que no tienes. Empieza con lo que tienes. No con lo que te hace falta.
No permitas que aquello que no
puedes hacer, te impida hacer lo que sí puedes. La pasividad prolongada
paraliza la iniciativa. Para la mente que vacila, todo parece imposible.
No esperes que existan
circunstancias extraordinarias para hacer el bien hazlo en las situaciones
comunes. no necesitas más energía, habilidad ni mayores oportunidades. Lo que
debes hacer es sacarle provecho a lo que ya tienes.
El encanto de lo distante y lo
difícil es engañoso. La gran oportunidad se encuentra donde está'',
Lo que puedes hacer ahora es la
única influencia que tienes sobre tu futuro. La grandeza verdadera consiste en
demostrar excelencia en las pequeñas cosas
No te quejes porque no tienes lo
que quieres. Agradece no recibir lo que mereces.
No serás feliz hasta que no
aprendas a sacarle provecho a lo que ya tienes. No te preocupes por lo que no
tienes.
La alegría nunca vendrá a quienes
no saben apreciar lo que ya poseen.
La mayoría de las personas
cometen el error de buscar muy lejos aquello que está cerca.
Nunca alcanzarás mayores logros,
a menos que te lances antes de estar listo. Nadie logró el éxito mientras
esperaba que todas las condiciones fueran ideales''.
La Biblia dice:
El que al viento observa, no
sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. Esto significa que si esperas a
que se den las condiciones perfectas, nunca llegarás a nada.
No pierdas el tiempo con dudas y
temores acerca de lo que no tienes. Dedícate de lleno a terminar la tarea que
tienes en tus manos, sabiendo que el correcto desenvolvimiento actual es la
mejor preparación para tus años venideros.
Simplemente hazlo, con lo que
tienes
(Anónimo)
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.