Queridos jóvenes:
Tengo grabado en mi memoria el extraordinario encuentro que vivimos en
Río de Janeiro, en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. ¡Fue una gran
fiesta de la fe y de la fraternidad! La buena gente brasileña nos acogió con los
brazos abiertos, como la imagen de Cristo Redentor que desde lo alto del
Corcovado domina el magnífico panorama de la playa de Copacabana. A orillas
del mar, Jesús renovó su llamada a cada uno de nosotros para que nos convirtamos
en sus discípulos misioneros, lo descubramos como el tesoro más precioso de
nuestra vida y compartamos esta riqueza con los demás, los que están cerca y los
que están lejos, hasta las extremas periferias geográficas y existenciales de
nuestro tiempo. Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión nos ayuda a conocernos, también a conocerte, y en el mutuo conocimiento nace la comprensión, la confianza, las diferencias, los defectos, las virtudes...etc.
Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.