SAN JUAN DAMASCENO, Doctor de |
Nacido en Damasco en el año 675, renunció a la vida acomodada que le
proporcionaba el cargo político de su padre y entró en el monasterio de
Sabas. De allí pasará a Jerusalén a la iglesia del Santo Sepulcro. En
ambos lugares destaca por su intensa actividad literaria, que podría
compararse con San Isidoro de Sevilla en Occidente. Destacó en la
querella iconoclasta, una de las veces que se intentó eliminar la
iconografía cristiana, con una defensa del culto tradicional explicando
la verdadera naturaleza del homenaje que se les rendía a las imágenes
que llegó a todo el orbe conocido. La Iglesia lo recuerda el 4 de
Diciembre, aunque en muchos sitios se mantiene la fecha tradicional
antigua de festejarlo el 27 de Marzo.
HIMNO I
(Laudes del día)
De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.
El amor hizo nuevas cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.
Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.
Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.
El amor hizo nuevas cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.
Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.
Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.