San Alejo (ver aquí) |
En el siglo V vivió en Edesa (Siria) un mendigo al que el pueblo veneraba como un santo. Una vez que murió, un anónimo escribió su biografía y se refirió a él como el "Hombre de Dios". Según la leyenda, Alejo era hijo de un senador romano, pero, para servir a Dios con humildad, se fue a Edesa disfrazado de mendigo. Decidió llevar esa vida por penitencia y mendigaba para vivir y para ayudar a otros.
Cuando se descubrió que era hijo de una familia rica de Roma, Alejo regresó a casa de su padre donde vivió de incógnito como un criado. Ya moribundo, reveló a sus padres que era su hijo y los dos ancianos lo abrazaron llorando y lo ayudaron a bien morir.
San Alejo te pido alejes de mi, a todos los que desean mi perdición.
ResponderEliminarQue consiga calendarios religiosos, para regalar a los residentes que can a la capill.