De la Virgen María nos afirma San Lucas que conserva en su Corazón todas las palabras de Jesús y las meditaba en su intimidad; así nos enseña que la Palabra de Dios, la voluntad de Dios, debe guiarnos como norma de conducta en nuestra vida.
Es Dios el que debe señalarnos la nota que hemos de seguir.
Imitemos a la Virgen María, recibiendo con docilidad y guardando con amor la Palabra de Dios.
Padre Alfonso Milagro
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.