María Santísima fue elegida por Dios para ser la Madre del Verbo Encarnado; desde ese momento en María no podemos dejar de ver su divina Maternidad, que es la que da la explicación de toda su vida, de todos los privilegios que le fueran concedidos por Dios.
Así el cristiano es cristiano en toda su vida y ha de conducirse como cristiano en toda circunstancia y en todo momento.
Padre Alfonso Milagro
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.