Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 28,16-20.
Mateo 28 16-20 |
En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la
montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos
todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder
en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con
ustedes hasta el fin del mundo".
Palabra del Señor
Reflexión P. J. García
Si te das cuenta Jesús cita a sus discípulos en Galilea, un lugar que trae buenos recuerdos, un lugar significativo. Ahí en esa región marginada cercana al mundo pagano; Jesús inicio su misión anunciando el Reino de Dios con signos y palabras. (Mateo 4 12-17). Los discípulos acuden entre gustosos y temerosos ¿Para que los querrá Jesús? ¿Por qué los quiere ver precisamente en Galilea? ¿Por qué los convoca en un monte? Jesús espera en la cima de la montaña a sus discípulos a esos compañeros y amigos que llamo unos años atrás para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar.( Marcos 3, 14) También en la cima de un monte. Los ha convocado porque sabe que esta por terminar su ciclo aquí en la tierra; y tiene que volver al Padre pero no se quiere ir así nada más, su misión en el trabajo por el Reino tiene que continuar, por eso les llama y les da la misión o responsabilidad de hacer discípulos; es decir de proclamar la buena Nueva del Reino (Marcos 16, 15) de enseñar todo lo que han aprendido de él. Su amor y entrega y compromiso por la vida y salvación del hombre. El encargo de Bautizar en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo para vivir como hijos y hacer Iglesia Pueblo de Dios. De traspasar fronteras y llevar la Nueva Buena a todos los pueblos ya no solo al Pueblo de Israel. (Mateo 18, 19) De dar testimonio de Jesús que esta vivo y permanecerá con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Jesús muerto, resucitado y ascendido a los cielos, llama a sus discípulos a continuar su obra. La Iglesia a los cristianos también hemos recibido esta misión ¿Como podemos responder a esta? ¿Por donde podemos empezar? Debemos trabajar y duro por el Reino de Dios; porque un día también nosotros vamos a ser llevados a donde esta nuestro Salvador, a donde esta Jesús. Claro que el vive con nosotros ya lo dijimos, esta con nosotros todos los días pero un día el nos llevará a donde esta el Padre.
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.