Evangelio de Nuestro Señor
Jesucristo según San Marcos 8,1-10.
En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían
qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
"Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están
conmigo y no tienen qué comer.
Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y
algunos han venido de lejos".
Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en
este lugar desierto para darles de comer?".
El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos
respondieron: "Siete".
Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después
tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus
discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud. Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de
pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.
Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo
que había sobrado. Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de
Dalmanuta.
Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús
"Las acciones de Jesús (tomar el pan, dar gracias, partirlo y
distribuirlo) son exactamente las de la institución de la Eucaristía (Mc
14,22): Dios, a lo largo de la historia, seguirá
alimentando a su pueblo con pan natural y pan celestial. El Dios del paraíso,
que no abandonó al hombre en su pecado, le sigue cuidando y acompañando hasta
que le acoja para siempre en su seno y en su gloria".
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