Porque hay muchas clases de amores, y también muchas motivaciones que mueven a amar. Pero solo una forma diferente, nueva de amar es la que verdaderamente vale y es única. Es el mandamiento único, la proposición de Jesús de Nazaret: "Amaos unos a los otros como Yo os he amado"
No se trata de amar como a mí mismo, porque a mí me gustan muchas cosas que quizás no son buenas o justas para dárselas a otros. Se trata de amar tal y como nos amó Jesús: "entregado a servirnos (Lavatorio de los pies) hasta una muerte de cruz si es preciso".
Se trata de amar al enemigo, al antipático, al que conjura contra mí, al que pretende hacerme mal, al mal hermano, hijo o espos@. Se trata de estar abierto siempre al bien. No significa eso ser tonto y masoquista, sino tener un corazón misericordioso y abierto al perdón. Es el único camino donde la vida puede encontrar el verdadero sentido de vivir eternamente. Se trata de amar porque es el Amor lo que nos ha dado la vida y nos sostiene con la esperanza de vivir para siempre.
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.