JESÚS nos invita a no verborrear tanto, y sí, a tomar conciencia que lo que decimos lo hagamos. Y bien sabido es que, conscientes de nuestras debilidades y limitaciones, decimos que hagan lo que decimos pero no lo que hacemos, porque sabemos que nuestra vida está muy por debajo de nuestras palabras.
Por todo ello, orar es vivir lo que decimos al PADRE. Y desde ahí, toda nuestra vida es una oración.
Me he traído este vídeo de un blog amigo, también bloguero católico, y que si no está en blogueros católico, se de por invitado, le esperamos. Me ha gustado mucho, es lo que creo que es orar fundamentalmente, y sor Maridel, ayer, lo dibujo muy bien. Les dejo con el vídeo:
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Y todo eso se puede unir por el amor. Amar es permanecer unidos en Aquel que nos une: Jesús de Nazaret.